El político chileno que resaltó las mesas de debates encabezadas por los ex presidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), José Luis Rodríguez Zapatero (España), Ernesto Samper (Colombia), y el reconocido jurista español Baltasar Garzón aseguró que"en América Latina y el Caribe tenemos un triste record de desigualdad, el narcotráfico y ahora competimos por la medalla de oro con la inmigración desregulada. Y con las crisis de nuestras democracias en los últimos 50 años, donde la mitad de mi familia fue asesinada por la dictadura de Pinochet”.
En este punto indicó: “Ahora conocemos un nuevo método para debilitar la voluntad popular, de manera intencional, con la instrumentalización del aparato judicial por una agenda política. Esto es grave, porque se rompe la inocencia, mata su reputación, se la imputa, acusa penalmente y la proscriben. Da lo mismo la condena y esto es lo que sucede con Cristina Fernández “explicó. Y agregó que “hay un problema de violación de valores universales como la presunción de inocencia”.
En este punto recordó que “el poder acusatorio significa el derecho y el deber del Estado de perseguir el delito, quién es acusado tiene derecho a un juicio justo. Además se deberá garantizar a todo sujeto el debido proceso con imparcialidad” precisó y se preguntó “cómo va ser normal que viajen juntos jueces, fiscales a Lago Escondido”.
Asimismo sobre el encuentro que mantuvieron en el Foro de Derechos Humanos “debatimos y dimos propuestas, exploramos líneas de acción ante estos problemas que no son solo argentinos, sino que se dan en países como Brasil, Chile, Bolivia y Ecuador".
“Alberto Fernández es fundador del Grupo Puebla y me pidió que había que apoyar a Cristina en esta materia y reunir a todos sus integrantes” y mencionó que “en Argentina, Brasil y Ecuador se aprobó en los mismos años una norma de delación compensada” que permite eximir o reducir las sanciones que establece la ley para quienes, intervienen con el narcotráfico. Esto hizo EE.UU para combatirlo. Y Lula da Silva en Brasil cae en la trampa con un arrepentido. La solución no es fácil, hay corrupción y se perseguir el delito” subrayó.
Además sobre el lawfare explicó que “es un concepto resbaladizo, porque hay que ser rigurosos para distinguir un mecanismo de aniquilación de un liderazgo transformador, de casos de corrupción que existen. En Brasil hubo casos condenados, pero Lula no era corrupto y en la gestión macrista. En el caso de Cristina, no tuvo un proceso justo y hay una aniquilación permanente a su figura y es evidente que no fue sometida a un debido proceso".
En tanto, Enríquez-Ominami puntualizó las actividades del Grupo Puebla y precisó que “tenemos un plan ambicioso y ya lanzamos tres libros, uno de ellos sobre el caso Cristina y dos por América Latina, estamos produciendo pensamiento y artículos”.
Para concluir enfatizó: “Nos preocupa que la amenaza democrática más difícil de explicar que es ésta, con fiscales corrompidos, con algún medio de comunicación corrupto que construyen casos falsos. He ganado 12 causas penales y le ganado a todos los fiscales”. Y reiteró: “Este mecanismo sucedió con Correa, Evo Morales, Cristina Fernández y Lula da Silva y con un caso como el mío, menor porque no fui presidente chileno”.