La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner presentó la Escuela Justicialista Néstor Kirchner en el Teatro Argentino de La Plata.
En ese marco, se refirió a la situación económica, política y social de la Argentina y manifestó que se da un fenómeno “circular” por el cual “el pasado vuelve al presente”.
Por lo tanto, advirtió que “hay figuras, ideas y hechos del pasado parecen querer volver a instalarse para condicionar el futuro. Esta no es una escuela de capacitación técnica, sino de análisis político, porque muchas veces nos encontramos con técnicos o intelectuales que saben todo, pero tal vez no entiendan nada. Por eso hay que volver a lo que fuimos”.
La expresidenta afirmó que “Néstor (Kirchner) fue hijo de una Argentina que, un año antes de la elección, gritaba: que se vayan todos. Esto es lo que pasa hoy, de repente ese pasado está de vuelta”.
Recordó en ese contexto que “la Alianza fue la primera experiencia de gobierno de coalición en la Argentina” en cuya gestión “se produce el estallido de la convertibilidad. La bomba explotó en la cara de 40 millones de argentinos: en las plazas, en la desocupación y en la captación de los depósitos de plazos fijos”.
“La convertibilidad fue una idea que se le ocurrió a un señor de ojos claros que fue ministro de Economía y que ahora tiene discípulos también de ojos claros, aunque no es calvo. Fue la dolarización de la economía y eso significaba una disciplina fiscal muy dura, pero primero hubo que capturar todos los plazos fijos y el déficit cuasi fiscal del Banco Central. Fue el Plan Bonex 89”, puntualizó.
Seguido, añadió que “ese Plan Bnex se pagó en 1999 y en virtud de ese plan, después, el ministro de ojos claros, pudo anunciar la convertibilidad, que fue sostenida con los dólares que entraron de las privatizaciones y los del endeudamiento que la Nación tomaba”.
Cristina Kirchner recordó que la convertibilidad “terminó como empezó: con la captura de todos los plazos fijos y los depósitos. La gente salió a la calle, hubo muertos, violencia y represión. Esta es la historia de la dolarización en la Argentina. Ahora nos vienen a decir que lo que fracasó años atrás, hoy puede ser la solución”.
La mandataria resaltó que lo que se da es “una eterna Argentina circular en los personajes, en las propuestas, por eso son importantes espacios como estos donde podamos convocar a superar los 20 minutos del TikTok y pensar lo que pasó, porque no se puede pensar en el futuro si no sabemos de dónde venimos”.
“Es bueno que podamos ahondar en estas cuestiones y yendo a la calle a discutir: no sólo en la facultad, en el bar o la panadería. Son hermosos los actos pero sustituyamos eso por el cuerpo a cuerpo con los ciudadanos y ciudadanas, dando debate”, expresó.
En esa línea, subrayó que “estamos frente a un nuevo fenómeno, donde por primera vez hay trabajadores en relación de dependencia que son pobres. Ese es un nuevo desafío. Sin embargo, la actividad económica después de la pandemia creció. La producción de bienes tuvo un papel protagónico en el crecimiento económico. Lo que está pasando es que al crecimiento se lo están llevando cuatro vivos”.
En tanto, la Vicepresidenta consignó: “Que nos vengan a hablar de los últimos 20 años desde la oposición nos duele, porque no creo que haya un buen argentino de bien que no reconozca el lastre del retorno del FMI a la Argentina”.
“El gran problema que tiene hoy la Argentina es la inflación y el acuerdo con el FMI es inflacionario porque es una política enlatada que se aplica como una receta monotemática a todos los países. Se quieren aplicar políticas que no han dado resultado en ninguna parte. La convertibilidad fue apoyada por el FMI y terminamos con muertos, miseria y dolor”.
Por eso, consideró que “es necesario revisar el acuerdo con el FMI” y acotó: “El gran caballito de batalla fue el déficit fiscal, el año pasado, la meta se sobre cumplió y sin embargo la inflación se disparó igual, porque está atada a la abundancia o escasez de dólares. Es necesario revisar el acuerdo con el FMI, pero no para no pagar, lo que queremos es que se revisen las condicionalidades y discutir que las sumas que se paguen estén atadas al superávit comercial porque son los únicos dólares que producimos. Si revisáramos el gasto tributario, no tendríamos déficit fiscal”.
En ese sentido, destacó la decisión del ministro Sergio Massa de intervenir en el mercado cambiario para frenar la corrida, pese a que “el acuerdo con el FMI lo prohibía”.
Remarcó que durante su mandato, “sentada sobre las reservas, con la administración del tipo de cambio y la regulación pudimos sofocar la corrida cambiaria” y enfatizó que “es necesario volver a generar programas de gobierno, que nada vuelva a depender de una persona”.
“Durante nuestra gestión, sobre todo en el segundo mandato, cuando los trabajadores tenían el salario más alto en dólares, también elegían dolarizarse y no es una crítica, es una descripción de los problemas. Esto traía demanda, por eso el famoso cepo que fue de U$S 2.500 dólares por mes”, manifestó la Vicepresidenta.
“Estuvimos 12 años y medio administrando el país, pero no estaba el Fondo y teníamos libertad en las herramientas”, recalcó Cristina Fernández. Por eso calificó de “criminal” haber retornado al FMI.
“Me condenaron, proscribieron, me quisieron matar y hay algunos caraduras que dicen que la casta tiene miedo (…) Yo ya viví, temo por los jóvenes, porque hay demasiada cobardía e hipocresía”, aseveró Cristina Kirchner.
Agregó que “la discusión no es si capitalismo sí o capitalismo no”, sino “si dejamos a los mercados o la política vuelve a tomar la dirección, que es lo que decía Perón". Consideró que los jóvenes merecen que "tengamos la cabeza abierta" y discutir las problemáticas de este tiempo.