En diálogo con Espejos Rotos, Szperling manifestó que la idea del libro “Las desmayadas” venía germinando desde hacía tiempo.
“Necesitaba volverlo piedra, era como lo estaba tallando la lápida, el tipo estaba cerrando el boliche, y ýo hasta que no se colocara no se terminaba la ceremonia. Empezó como una necesidad, la verdad es que una vez que no estaba sucediendo necesitaba de la roca tallada”, relató.
En ese sentido, agregó “no termino de detectar cuál fue el momento en que decidí contar este libro. Creo que la hermandad me llevó al duelo (por la muerte de su padre), pero nunca fue un espacio central. La indagación era cómo viví con mis hermanas, cómo fue la infancia y la adolescencia”.
Luego indicó “cuando era chica siempre tuve una sensación por momentos como que era muy chica y a la vez muy vieja, una sensación muy atemporal. Tenía ganas de hablar ahora como cuando tenía cinco años o como cuando tenía quince, y esa sensación sin tiempo es lo que traté de trabajar. Hablar del duelo y lo celebratorio, es como cuando estás en la adolescencia que estás como en una negrura pero las tetas no te dejan de crecer. No se detiene el duelo y no se detiene la vida”.
Finalmente respecto a su compromiso con causas colectivas expresó “es un Yo que es un Nosotras. La averiguación vino por muchos lados, vino porqué estoy siendo una activista referente en la marea, porque yo en mi vida me encargué de ser muchas, para bien, para mal, para la belleza del mundo o el horror del mundo".