Julián Guarino economista director de Ámbito Financiero estimó que no cree que haya margen para aplicar la propuesta económica del pre candidaro presidencial, Javier Milei, porque éstas también deben contemplar “una mirada social” , en un contexto inflacionario y con falta de divisas.
Y advirtió que lo que “despertó” la elección del domingo “es la idea de que viene un cambio mucho más drástico del que descontaban los precios principales de la economía, como puede ser el tipo de cambio, los salarios y el dólar disponible...”
En La Mecha, por Radio Provincia, Guarino explicó que "Uno podría evaluar que no es el contexto para la dolarización que plantea Javier Milei" porque "las tensiones inflacionarias son generadas por la falta de divisas. La falta de divisas no han tenido un remedio, sino pequeños parches. Y la situación se ha tensionado mucho más con la negociación con el FMI”.
“Porque la dolarización se hace cuando hay dólares suficientes en las reservas del Banco Central como para que eso no genere un efecto pobreza”, aclaró y agregó que “cuando uno está tratando de darle un marco de relativa armonía a la economía, esa medida sería contraproducente si no hay dólares en el Banco Central. Porque si bien se busca un efecto de riqueza a largo plazo, se genera un efecto pobreza en corto plazo, del cual es muy difícil recuperarse”.
Seguido, el analista económico detalló que en ese sentido, a la dolarización, Milei la platea más desde un punto “filosófico que práctico” porque “habla más del peso que del dólar” ya que piensa primero en “dejar de emitir pesos, luego nutrir las reservas y en una tercera etapa recién hacer ese cambio”.
Y advirtió, que “con la dolarización Argentina, pierde, como todo país del mundo, la posibilidad de tomar decisiones de carácter monetario que puedan afectar positivamente a la actividad económica. Sin divisa propia me estoy perdiendo de generar un efecto trabajo, empleo para ampliar la base de participación en el mercado de trabajo. Y le entrego a alguien más las herramientas que necesito para conducir el ciclo económico”.
Por otra parte, de cara a las generales se refirió al “círculo rojo” de la economía argentina y si bien los calificó como “empresarios habilidosos" advirtió que es un sector "que han dado sobradas muestras de que a lo largo de la historia no ha sabido leer bien los encuadres, las coyunturas y los contextos de carácter político y social”. Y por ello aclaró que “son un acto político más que puede fortalecer un candidato pero no definir una elección”.
Y en ese contexto estimó que “una parte importante de ese círculo se sentía más cerca del proyecto de Junto por el Cambio porque ya fueron gobierno y eso les da otras garantías de que pueden participar de las decisiones de un eventual gobierno. Y porque Javier Milei, en la mirada de ese Círculo Rojo era visto como un lobo solitario, que proponía cosas que en lo filosófico no están tan alejados pero en términos fácticos no dice cómo y eventualmente no saben, si en algún punto, no se van a tocar sus intereses”.
“Uno entiende que en términos impositivos, como las retenciones, Javier Milei debería desregular, y eso el Círculo Rojo lo considera positivo. Pero también hay un montón de exenciones impositivas para el sector empresario (equivalentes al 4 o 5 puntos del PBI), que ellos dan por descontado que no se van a tocar, pero con Milei no se sabe. Y además, trae la incertidumbre ligada al carácter, que está referido al tipo de dirigente que es, el liderazgo que va a ejercer y el tipo de flexibilidad que va a tener a un encuadre social que no lo va a acompañar”, ejemplificó.
Finalmente, volvió sobre las particularidades del carácter de Milei y afirmó: “Mucha gente cree que el carácter de él, es una especia de impostación para tratar de generar un cierto magnetismo en un sector de la sociedad, pero la realidad es que no. Javier siempre ha sido vehemente y sin tener la racionalidad del corazón. Yo lo sé porque lo he tratado mucho, somos contemporáneos y asistimos al mismo colegio”
“El escritor Ernesto Sábato decía: ‘Hay dos tipos de racionalidades. La fáctica, la de los números. Y la del corazón. Y es mucho más importante esta última porque es la parte de la sensibilidad y la empatía’. Y a mí me parece que un líder político necesita eso. Porque para hacer las cuentas hay economistas u otras personas preparadas. Pero la sensibilidad, la inteligencia emocional es fundamental en este contexto del país”, reflexionó.