En ese marco, reveló que el director de orquesta “nunca pensó en lo que iba a pasar cuando él no estuviera. Era un hombre que vivía el día, el momento y las emociones que recibía” las cuales “si no eran buenas se olvidaba pero siempre esperaba que surgiera algo más”. Seguido, añadió: “Poco a poco fue entrando en Europa” y una vez que sucedió se consagró, lo que lo convirtió, “en uno de los músicos más importantes del siglo XXI”.
“Tenemos que estar orgullosos porque es uno de los músicos que ya quedó para la historia, y es nuestro y argentino. Es lo que más nos tiene que interesar, y dejó su impronta tangera en todas las obras de él, todas tiene un algo que es de Buenos Aires y de nuestro país”, remarcó.
“No nos olvidemos que Astor triunfó como compositor entonces lo tocan en todas partes del mundo, las orquestas y los conjuntos. Tuvo que tocar con el bandoneón para imponer su música y estilo para ser diferente y algo muy argentino y de Buenos Aires”, concluyó Escalada.
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