En diálogo con “Ida y vuelta” reflexionó sobre el reconocimiento del público: “Todo lo que se ha cristalizado es más de lo que imaginé, y también es superior al esfuerzo que me pudo haber generado. Además, cuando peleas por algo relacionado con la vocación, no se siente el esfuerzo, ese deseo no para y permite encontrar otras puertas para abrir”.
El actor nacido en Paraná realizó una mirada retrospectiva sobre dos obras que le marcaron el camino: “El Amateur cambió la percepción de los demás sobre mí. Y El equilibrista fue la consagración”.
En referencia a ambos proyectos que permanecen en cartelera, destacó que “hasta que escribí “El amateur” me sentía ninguneado, no había nadie que me ofreciera algo relacionado con los deseos que yo tenía, todo era inferior, no había forma de que me ofrecieran un rol de punta a punta”.
Con respecto a la obra emblemática “El equilibrista” evidenció que allí encontró una respuesta soñada, donde “todos estuvieron de acuerdo, se juntó todo al máximo, con un reconocimiento de la crítica especializada”.