Ekaitz Cancela, autor del libro “Utopías digitales” reflexionó sobre el impacto de las plataformas de comunicación en el auge de la derecha global y teorizó sobre la importancia de “pensar a las tecnologías como herramientas de liberación colectiva”.
En contacto con “Es Un Montón” por Radio Provincia, el especialista describió: “la ultraderecha entendió que las tecnologías han reconfigurado la subjetividad humana” al despertar “determinados atributos creativos” y proponer “concepto” como el de “emprendedurimos” que “los ultraderechistas como Milei, los usan para meter su concepto de libertad, que implica austeridad, recortes, destrucción del Estado y que todo el mundo tenga que buscarse la vida, compita y esté sola en una competencia a la baja por los salarios”. Y pidió “problematizar ese concepto de libertad y crear plataformas para la economía colaborativa, las universidades, las bibliotecas y los museos y desde ahí plantear una alternativa progresista para que las tecnologías sirvan para la liberación, la autonomía humana y el desarrollo de nuestras capacidades fuera de las lógicas del mercado”.
Seguido agregó que “hay que desarrollar estrategias desde los Estados y no sólo Argentina (que tiene plataformas de comunicación que se basan en ARSAT) sino en colaboración con Brasil, México para crear infraestructuras tecnológicas e inteligencia artificial alternativa”, para que Chat GPT “que consume medio litros de agua cada 5 preguntas” no sea la única opción.
Pues según consideró “el mero desarrollo de la economía digital actual nos lleva a una lógica de extractivismo que va a vaciar el planeta de recursos” y por ello insistió en la importancia de “establecer políticas de comunicación conjuntas que nos permitan desarrollar estrategias digitales más eficientes y con fines públicos, como apoyar los sistemas de bienestar, predecir enfermedades o establecer recomendaciones para que las personas aprendan mejor. Hay que cambiar nuestra relación con las tecnología y que no sólo la usen los estudiantes para hacer los deberes, porque nuestro sistema educativo es una mierda o reemplace nuestros trabajos; porque es lo que requiere el capitalismo”.
Por otra parte, al repasar “el auge de las derechas en Europa y América Latina” desgranó que esto “se debe a la incapacidad de los gobiernos nacionales de gestionar las contradicciones y problemas que crea la globalización neoliberal, como la desigualdad”.
Y en particular al referirse al “rol de las tecnologías digitales” tiene en este proceso reconoció que estas “tiene un sesgo autoritario, porque están diseñadas para que interactuemos y pasemos el mayor tiempo conectados. Y esto lo hacen mercantilizando una de las columnas vertebrales de la democracia, la información. Y, cuando la información, la verdad se convierte en lo que más click tiene, esto ayuda a la ultraderecha: porque casi siempre lo que más clicks tiene son los discursos de odio”.
Es decir que “estas plataformas, de la manera en que se han diseñado y mercantilizado, sólo apoyan a la agenda reaccionaria y no a mensajes progresista que quizás requieran de más reflexión”, analizó.
Por último, respecto a la regulación de las mismas reconoció que en Europa se están haciendo algunos intentos que calificó de “naif” y disparó que “la única alternativa posible es lo que proponían los países no alineados en los 70' y 80', construir plataformas de comunicación alternativas que sirvan al desarrollo nacional y propongan soluciones para los problemas en los regiones y en los barrios”.