En diálogo con El repaso, sostuvo que “con el decreto Luis Petri (ministro de Defensa)” desmantela “el organismo que podría buscar información en las fuerzas armadas en el marco del Ministerio” y que aportarían “a los juicios por la memoria y la búsqueda de identidad”.
Tras mencionar que el área desmantelada sirvió para proveer pruebas documentales para al menos 27 casos, señaló que “desde que asumió Milei venimos viendo un retroceso fuerte en las políticas de memoria, verdad y justicia”, y precisó seguido: “para hacer una síntesis, el Poder Ejecutivo había aportado al proceso de justicia mediante dos facetas: la primera los equipos de relevamiento que trabajaban en el ministerio de Defensa, y por otro lado desde, 2006 es querellante en las cusas por delitos de lesa humanidad”.
“Este gobierno decidió desmantelar el equipo de relevamiento que venía trabajando en el ámbito de las tres fuerzas, que estaba integrado por 13 personas especializadas que a lo largo de los años reconstruyeron a partir de la documentación que surge de las 3 armas, fundamentalmente la cadena de mando, y identificar en los archivos y legajos a varios de los responsables de las violaciones a derechos humanos de la dictadura”, expresó.
“El ministerio de Defensa define de ahora en adelante una cierta protección y acceso más restrictivo a esos archivos, en la medida que van a ser las propias fuerzas las que respondan a los requerimientos de la justicia”, indicó.
Luego Torras informó que se registran despidos en 9 sitios de memoria dependientes del gobierno nacional, contabilizando 27 personas. “Es una cantidad bastante importante porque los sitios de memoria funcionan con un número acotado de trabajadores, se hace difícil sostener las visitas públicas y otros servicios que brindan a la comunidad”.
Finalmente consideró que estas iniciativas “en lo general vienen dadas por lo que han sido los pronunciamientos y declaraciones del Presidente, la Vice y los ministros de Defensa y Seguridad, que han estado en línea con desacreditar el proceso de justicia planteando que en realidad se trata de un proceso de hostigamiento y humillación, que ni siquiera las propias fuerzas armadas plantean”.