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SERGIO GONAL: “BUSCO UN LENGUAJE QUE TENGA PICARDÍA Y DOBLE SENTIDO, SIN CAER NUNCA EN LA GROSERÍA”
IDA Y VUELTA

SERGIO GONAL: “BUSCO UN LENGUAJE QUE TENGA PICARDÍA Y DOBLE SENTIDO, SIN CAER NUNCA EN LA GROSERÍA”

Por francisco etchepare / 26 de February, 2025
El humorista continúa con la comedia teatral “Hermanos en Llamas” en la ciudad de Mar del Plata, y analiza nuevos proyectos laborales.

El artista marplatense cumple una nueva temporada de teatro en su ciudad natal, en un protagónico junto a Nito Artaza, y la participación de Vanina Escudero, Julieta Zara y Flor Marcasoli. “Estamos disfrutando de esta comedia hermosa y de esta temporada maravillosa, trabajar aquí siempre es un sueño cumplido, en este lugar engendré mi vocación, estudiaba teatro y veía como se armaban las temporadas, con los actores que venían de la televisión de Buenos Aires, y verlos yendo a comer a los restaurantes emblemáticos de aquella época, como por ejemplo Caballito Blanco, que pasabas por la puerta y veías a Jorge Porcel, Olmedo, Sofovich, Santiago Bal, Rolo Puente, por ejemplo, era increíble. Desde afuera, con la ñata contra el vidrio como decía la canción, quería participar de eso, soñando que algún día llegue, y hoy llevo veintiséis temporadas de trabajo de las cuales veintidós fueron en Mar del Plata y cuatro en Carlos Paz, estoy muy agradecido a la vida”, destacó.


“Mar del Plata es una ciudad que amo, es mi lugar en el mundo, no solo donde nací, sino que es la ciudad que elijo permanentemente. Estar aquí es renovar las pilas, hace treinta años que vivo en Buenos Aires, entonces es como recargar energía, reencontrarme con mi esencia, porque mi mejor amigo lo tengo acá, mi amigo de la infancia vive aquí, el padrino de mi hijo también está acá, es disfrutar de eso, de mi madre, mis hermanas, mi sobrina, es tan importante el origen, el lugar desde que uno partió, y es importante volver a ese puerto”, agregó.

Gonal lleva más de treinta años dedicados al humor, con una multifacética carrera, destacando desde muy temprana edad en radio, teatro, y televisión. “Fui papá a los 18 años, cuando entré a Videomatch ya tenía dos hijos, tenía otro tipo de responsabilidades, en esa época muchos me decían que era un tipo mayor metido en el cuerpo de un joven, tenía que trabajar para parar la olla en casa. La joda no fue parte de mi trabajo, hacía presentaciones con Sergio Lobizón del Oeste, que me ha tocado hacer muchísimos boliches repletos de gente, pero no estaba tan prendido en la noche. Mi hijo me maduró de golpe en la vida y la verdad es que estuvo bueno, ahí empecé a pensar de otra manera, asumí cada una de las responsabilidades, la paternidad la recibí con los brazos abiertos, mi hijo me salvó la vida, de pibe no sé a dónde hubiera ido parar, no lo sé porque es contrafáctico. Viví la vida al revés, me separé a los cuarenta años, y por ahí iba a los boliches, y no me sentí mayor a esa edad, somos todos pendeviejos, no queremos soltar las Converse nunca”, marcó en Radio Provincia.

“Una vez que asumí la vocación fui para adelante y jamás dudé, cuando reboté en un primer casting de Videomatch realmente pensaba que no me había visto el productor indicado, tenía ese convencimiento que no te lo puedo explicar en palabras, cuando uno está convencido de lo que hace, no hay manera de errarle. Siempre soñaba con poder estar en televisión, hacer una temporada de teatro en Mar del Plata, uno sueña las cosas, pero después tiene que ponerse en acción para lograrlo, entonces si la televisión de Mar del Plata no me daba alcance a nivel nacional, había que ir a Buenos Aires, por eso emigré y me presentaba en cada uno de los lugares donde vivía algún conocido, la personalidad me ayudó en esa búsqueda”, enfatizó.

Después de haber transitado un 2022 marcado por un grave problema de salud que lo mantuvo internado en terapia intensiva, fue regresando de manera gradual a los escenarios, sellando un punto de inflexión en su vida personal. “Tuve una operación de intestinos bastante compleja, un órgano vital muy complejo, y encima fue una operación bastante complicada, agradezco a mi cirujano Fernando Torres Marini que ha hecho magia, fueron seis quirófanos en un año, es muchísimo, y la familia siempre haciendo el aguante. Dejé de preguntarme por qué me pasó a mí, y me pregunté para qué me pasó, me parece que me ocurrió para replantearme varias cosas, para aprender, para darme cuenta de que la vida no es solamente el trabajo. Siempre tenía miedo de perder el trabajo y esto debe tener que ver con las penurias que he pasado cuando era pendejo, y uno agarra trabajo sin parar y cuando estás en la cama de una clínica te das cuenta de que te sacan hasta la cadenita cuando te llevan a terapia intensiva, y ahí decís, para qué tanto, prioricemos otras cosas, y eso es lo que hago ahora”, reflexionó.

“Siempre hay que tener un proyecto porque eso te aleja de la muerte, lo leí alguna vez y es una frase que me encanta. El hombre tiene que proyectar porque los proyectos se mantienen en movimiento. Siempre tengo algo en mente, siempre tengo ganas de que vuelva el humor a la televisión y de poder tener un programa de humor de sketch y siempre tengo ganas de hacer cine. Pero han cambiado los públicos, los productores están un poco confundidos, a veces quieren llevar gente de las redes a la televisión y en realidad me parece que son públicos diferentes, mi madre mira televisión, la gente de cincuenta años también y no están tan atentos al Instagram, YouTube o al TikTok. Hay que hacer cosas dirigidas a esa gente y no confundirse, Hay que subsanar eso y hacer algo para ese público”, indicó en Ida y vuelta.

Los avances sociales, la evolución en materia de género, la incursión de la mujer en el ejercicio de hacer comedia, son muestras de lo necesario del cambio para el oficio del humorista. “Yo cambié, pero por una cuestión de maduración, el humor es como una prenda que vas cambiando de acuerdo con tu grado de crecimiento, de pibe te vestías de una manera y treinta años después, decís que ridículo, pero en ese momento estaba bien. Cuando miro cosas que decía hace treinta años en Videomatch, me río de lo que me reía, ese programa medía cuarenta puntos, todo el mundo lo aplaudía. Los chistes tienen que ver más con la edad, si revisás las redes te vas a encontrar con un montón de standuperos que se ríen de cosas que ya no me lo permito, pero tampoco entro en el autoritarismo de decir de qué te podés reír y de qué no, porque eso ya es censura”, señaló.

“En el teatro he sido siempre muy cuidadoso, para que venga la familia, los chicos, me gusta que venga el abuelo, mezclar el público. Traté siempre de encontrar un lenguaje que tenga picardía y doble sentido, sin caer nunca en la grosería. En el teatro siempre he tratado de eso, pero todo tiene que ver con el contexto, porque en realidad si entraron al teatro vienen predispuestos a reírse y a divertirse con lo que yo hago, es raro que entren a una casa de empanadas y digan quiero sushi. Donde sí te puede pasar eso es en un evento que te contrata el dueño de la empresa porque ama lo que vos haces, pero hay que ver si a los empleados opinan lo mismo, entonces ahí ya hago un humor en forma piramidal, porque estás trabajando para el de arriba, y después hacia abajo tenés que tratar de encontrar un lenguaje que les vaya a todos medianamente bien, como para que sea aceptado”, finalizó.