El intendente de Castelli, Francisco Echarren, se refirió a la caída de la imagen positiva del presidente Javier Milei y a la preocupación que genera el impacto de las medidas políticas del gobierno nacional a nivel social.
El jefe comunal subrayó que “estamos en una contradicción permanente" entre los dirigentes y funcionarios del oficialismo, debido a que "por un lado pregonan atacar al Estado pero por otro exigen cosas que hace ese mismo Estado”.
En el plano de su ciudad, señaló que “tenemos concejales de la oposición que apoyaron la inauguración de una escuela histórica, pero en el Concejo Deliberante votaron en contra de hacerla”. Agregó que durante ese acto “me pidieron que hablara con la Provincia para que se le entregue computadoras a los chicos mientras apoyaron el recorte del programa nacional por parte de Milei”.
Echarren remarcó que los que apoyan al gobierno libertario “creen que el ajuste lo tienen que sufrir otros y no ellos mismos", situación que "deja al descubierto que hasta los más fervientes seguidores de Milei defienden al Estado”.
Seguido, aseveró que “es una contradicción profunda el daño de lo que significa lo que apoyan. Todos los días la gente comienza a darse cuenta de la profundización de la crisis que aumenta con velocidad. Uno percibe que mucha gente que creyó y acompañó a Milei está profundamente arrepentida”.
Respecto de la situación en Bahía Blanca, sostuvo que “Milei tiene una insensibilidad absoluta y falta de empatía”, mientras que la actuación del gobernador Axel Kicillof “es admirable" y demuestra "madurez para asistir con $270 mil millones para reconstruir la ciudad, además convocar al diálogo al Presidente”.
Por último, Echarren aseguró que en el corto plazo “vamos a ver los efectos de la crisis de una manera más acentuada y lógicamente es el Estado el que va a estar al lado de la gente”.