“Estamos como todos acá en el pueblo, la estamos peleando, tuvimos 1,20 m de agua dentro de la casa. A diez cuadras desembocan las cloacas y se vino todo para acá. La tormenta fue tan fuerte que no nos dio tiempo a levantar nada. Fue un fenómeno de tal magnitud que una de mis hijas estuvo con una nenita de tres años arriba del techo por cinco horas junto a una vecina que ayudó a subir”.
“Mi familia como todos los vecinos del pueblo, donde nos conocemos todos, estamos en la misma situación. El agua ha tardado en escurrirse, nos han llamado de muchos lugares ofreciendo ayuda y lo que tenemos que tener ahora es mucha paciencia para poder recuperar lo que se pueda. Por decir algo por lo que atravesamos, los electrodomésticos no sirve ninguno, los muebles están en la calle porque están destruidos, ni hablar de los autos que estuvieron bajo el agua”.
“Pero lo más lamentable es la gente que nos está faltando y son muchos. Hoy encontraron a una persona fallecida en un matorral cerca dónde se perdieron las nenitas. Es un lugar con muchos yuyos y barro que no se puede entrar con botes”.
Cómo comenzó todo…
“A las 11 de la noche cayó un rayo, a las 4 a.m me levanto y saco una foto que le mando a un amigo que vive en Ushuaia con la calle de bote a bote. A las 7 a.m salgo de mi casa, que está a casi un metro de altura con respecto a la calle, ya estaba tapado el cordón. Entré a buscar a mi esposa y el agua ya estaba cubriendo la vereda”.
“Le pedí a mi señora que trajera los alcolchados para tapar la entrada del garaje pero no me dio tiempo. El agua me torció la puerta de entrada porque no estaba trabada y abrimos la puerta del patio para que escurriera el agua y no la rompa. Estuvimos desde las 8 a.m hasta las 8 p.m con el agua a la cintura”.
“Recibimos ayuda de mis sobrinos y hay uno de ellos que están ahora desarmando calefactores y toda la parte eléctrica. Hace unos instantes, a las 2 de la tarde, recién tuvimos luz. En cuanto al agua potable llega pero no hay presión para que suba al tanque. Los bomberos de la zona son los que nos traen agua potable”.
“Hay una cosa importante, nosotros acá en Cerri no podemos salir, todos estamos abocados a recuperar nuestras casas. Hoy le pedí a un amigo de Bahía que por favor me traiga una bolsa de pan. Vamos a comer por las noches a la casa de mi consuegro que tuvo la fortuna que no le entrara agua. Durante el día estamos acá limpiando y sin nada”.
Toda la familia afectada.
“Mi familia es muy grande, tenemos ocho hijos y a casi todos nos afectó la inundación con excepción de dos de ellos. El agua vino desde un lugar que no esperábamos, de un arroyo seco por donde corría un hilo de agua. Lo que si sabemos que cuando llueve en Sierra de La Ventana a las 48 hs llega el agua por otro arroyo que está en la zona baja de la sierra pero nunca llega hasta acá. Esta tormenta provocó que la planta de gas y la zona donde se perdieron las nenas estuviera bajo dos metros de agua”.
“El aluvión que venía de las sierras hizo tope con las mareas altas del mediodía. Fue el pasaje de un estado seco a un estado mojado violento con dos metros de agua en menos de dos horas, cayeron 270 mm cuando el promedio anual es alrededor de 420mm”.
A la espera de ayuda.
“Por ahora el apoyo del Municipio no está. El año pasado fuimos castigados por el viento, tenía una pequeña empresa con 14 galpones donde 12 fueron destruidos con todo adentro. El camino quedó intransitable y tuve que alquilar maquinaria para poder entrar y salir. Necesitamos en primer lugar agua potable, pero no por esta catástrofe, sino que lo que llega es insalubre”.
“Un tema importante es que no podemos ir a buscar cosas y dejar de limpiar para recuperar las viviendas. Lo ideal sería que traigan la ayuda porque hasta ahora la logística es muy lenta. Lo que venga bienvenido sea y lo compartiremos con todos los vecinos afectados”.