En ese marco, el jefe comunal consideró que las irregularidades que se produjeron en la necrópolis de la capital provincial constituyen una “violación a los deberes de funcionario público” y que por eso hay una causa penal que se está tramitando.
En este caso, “hubo violación de los deberes de funcionario público por omisión”, insistió Alak, al tiempo que describió: “Se han dejado 13.500 restos humanos en bolsas de residuos, 472 ataúdes, de los cuales 440 eran de adultos que estaban sin enterrar y 32 de niños”.
“Estaban en bolsas tiradas en diferentes dependencias administrativas”, indicó el Intendente y precisó que se ejerció una “acción de reboleo” atento a que “había un lugar que estaba tan repleto de bolsas que sellaron la puerta y rompieron una ventana para seguir tirándolas por la ventana”.
Por eso, calificó de “tremendamente horroroso lo que pasó en la ciudad” y puntualizó: “No hablamos de 100 o 200 personas en restos de residuos, son 13.500 en total”.
El osario que hoy se inauguró busca “reparar” el daño ocasionado a los familiares de las personas fallecidas y otorgarles a éstas “su destino correspondiente en un lugar con la mayor dignidad posible”.
“Muchas veces se piensa que los derechos humanos son solo de los vivos, pero también los muertos los tienen y hay que respetarlos. Todas las religiones y los pueblos originarios honraron mucho a los muertos” y “pasar de eso a rebolearlos en bolsas de residuos es algo atroz”, aseveró.
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