En diálogo con La Siesta es Sagrada comentó que la gestión de la casa está a cargo del Colegio de Arquitectos de la Provincia desde hace 30 años.
“Es muy importante esta obra, porque Le Corbusier fue el arquitecto más importante a nivel mundial de todo el siglo 20: una especie de Leonardo Da Vinci o Miguel Ángel”, sostuvo, al tiempo que subrayó que es la casa que a la vez funcionaba como consultorio para el médico cirujano Pedro Domingo Curuchet, es la única obra que logró materializar en toda Latinoamérica.
“Este tipo de construcción no existía en el siglo 19”, relató. “Separando el consultorio de la vivienda hay un árbol. De alguna manera, es un árbol que le pide prestado al bosque para que este entre a la casa. Fue plantado en el año 56, ha crecido bastante, y mediante un convenio con la Facultad de Agronomía, se va manejando su crecimiento de manera tal que no produzca daños en la casa”, acotó.
Seguido, reivindicó la trayectoria de Curuchet, a quien comparó con René Favaloro. “Hizo un recorrido muy parecido, fue médico rural, y luego médico científico de importancia a nivel mundial”. Finalmente, saludó el trabajo “de un equipo numeroso y constituido en gran medida por voluntarios, trabajamos por amor a la arquitectura y los valores que hay aquí”.