En diálogo con “La siesta es sagrada”, comentó que “fue un honor haber sido seleccionado con la película, siempre acudí como espectador. Fue una gran emoción y me sentí muy reconfortado”.
Seguido comentó que “hacer una película es un trabajo de mucho tiempo, con mucha gente con mucha dedicación y poca remuneración”, y precisó que el filme se hizo con un subsidio del INCA obtenido hace 3 meses. “Lo cobramos hace 3 meses todo devaluado. La industria del cine está muy recesiva y deprimida”, lamentó.
En ese sentido, agregó que “cuando hablé con la gente de BAFICI les dije que este año tuvieron la suerte de seleccionar entre bastantes películas argentinas del INCA. El año que viene no van a tener que seleccionar porque no va a haber producción, es algo muy triste en un país con tanta cultura y tanta tradición en el cine”.
Sobre la recepción del público dijo que “fue muy extraño, fui con la expectativa muy baja ya que es una película difícil. Creía que le iba a interesar solo a la gente que le gusta Shakespeare, pero le busqué la vuelta. Estaba esperando que la gente se aburra y se vaya, pero la verdad que me llevé una gratísima sorpresa el aplauso fue muy contundente, me sentó muy halagado la película tuvo una gran recepción así, que me fui muy feliz”, cerró.