“Es importante que pensemos que el bullying, el maltrato, la burla, el sentir que uno no tiene lugar allí dónde debe ir puede lastimar muchísimo pero no es suficiente para tomar una decisión tan trágica como podría haber sido la de hoy”, sostuvo Zysman. Seguido, destacó las acciones que la unidad educativa realizó “para evitar cosas peores”.
En ese marco, apuntó que “lo que sucede todos los días es muy doloroso: chicos que van a la escuela y son permanentemente invisibilizados y maltratados”. Al respecto, se preguntó: ¿Qué le estamos mostrando los adultos a los chicos como para que esto suceda?
Ante ello, la psicopedagoga señaló: “Veo a los niños, hace años, entregados a una soledad que los lastima y no está bueno, que cuando piden ayuda muchas veces no es detectada o que directamente no se animan. Muchas dificultades para atender la salud mental de niños, niñas y adolescentes con muy pocos espacios y turnos delegados; presencia adulta deteriorada por la vida que muchas veces se impone”, y como consecuencia “puede pasar” lo que ocurrió este miércoles.
En tal sentido, la entrevistada afirmó que aún no se conoce si lo sucedido corresponde a un caso de bullying pero explicó que la problemática “consiste en aplastar al otro, a un par- siempre hablamos de chicos y adolescentes- en elegir a alguien y atacar ahí para elevar la propia posición dentro de ese grupo”. Asimismo, la especialista en la temática remarcó que “para que eso suceda tiene que haber un público” el cual no siempre es partícipe, al contrario de lo que suele pensarse, y que es un comportamiento “específico”.
Por último, aseguró que los adultos deben cuestionarse “qué tipo de invitación le hacemos al mundo como para qué entendamos porque los chicos pueden llegar a decirle al otro mogólico, autista y bipolar” además de la habilitarles “un ingreso al mundo digital desde muy chiquitos”, concluyó.
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