Viajaron el 21 de septiembre, junto a 8 acompañantes, para rendir homenaje a los caídos y reclamar que se prosiga con el proceso de identificación de los soldados enterrados como NN.
En el Cementerio Argentino de Darwin descansan los restos de 237 soldados argentinos, enterrados junto a sus pertenencias personales que pudieran servir para su identificación. Sin embargo, 126 de ellos permanecieron sin nombre, bajo una placa que rezaba «Soldado argentino sólo conocido por Dios».
Para contar las vivencias de este nuevo viaje, los ex combatientes Carlos "Cangui" Mercante y Luis Aparicio y el abogado del CECIM Jerónimo Guerrero Iraola visitaron los estudios centrales de Radio Provincia.
En “La Siesta es Sagrada”, Carlos mercante contó que ya volvió 5 veces a las islas “con compañeros, con familiares y ahora con este grupo de 24”. Agregó que “las experiencias siempre son distintas y muy emocionantes. Se remueven sensaciones y recuerdos” e indicó que conoció lugares en los que antes no había estado.
Por su parte, Luis Aparicio, quien también viajó varias veces, dijo que fue el primer ex combatiente de La Plata en volver a las islas, en 2006. “Pensé que no iba a volver nunca más -dijo- pero fue un viaje muy lindo, nos movíamos en bloque. Fueron días feos, de mucho viento, lluvia y granizo, pero así era Malvinas cuando fuimos a la guerra. La gente que no estuvo en la guerra se emocionó hasta las lágrimas”.
A todo esto, Jerónimo Guerrero afirmó que “fue una experiencia metafísica, no alcanzan las palabras” y agregó: “yo soy abogado del CECIM. Nosotros luchamos por las palabras, por ponerle nombre a las cosas, había leído mucho, había escuchado mucho a los combatientes, pero esta vez lo viví yo: cómo cambia el clima de un minuto a otro, las condiciones son extremas, hace mucho frio y te preguntas cómo sobrevivieron y eso me llena más de orgullo por ellos. Verlos ahí es una enorme reivindicación, de lo colectivo sobre lo individual. Ellos salieron adelante apoyándose unos con otros” -manifestó.
Los tres coincidieron que se ve que ha cambiado mucho Malvinas. Aseguran que era un pueblo pastoril que vivía en casitas precarias y con los años se ve la fuerte inversión en infraestructura. El pueblo creció mucho y lo militar está separado de lo civil. Pero además ya no hay el clima hostil de los primeros viajes porque la población ha cambiado, hay mucha gente que llega de afuera a prestar servicios y muchos jóvenes que no habían nacido cuando fue la guerra”.
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