La cifra de muertos ronda los 120 aunque la Defensoría Pública del estado de Río de Janeiro da cuenta de más de 130.
En comunicación con “Pase lo que Pase”, por Radio Provincia, la politóloga, investigadora y profesora brasileña Sonia Fleury afirmó que “el gobierno había preparado muy bien el operativo y fue de un gran éxito, pese a que murieran tantas personas, incluidos 4 policías”.
No obstante, explicó que “la idea era arrestar a los jefes narcos, pero habían huido y mataron a muchos jóvenes. Tampoco hubo tareas de inteligencia para evitar que eso grupos dominen el territorio a través del comercio de armas y eso sigue igual porque esa gente no está en las favelas sino en los barrios más ricos de la ciudad”.
Consultada sobre si hubo alguna orden judicial para llevar a cabo el operativo, Sonia Fleury explicó que “había una licencia judicial para buscar a 100 narcotraficantes, pero no sabían que iban a hacer ese operativo que terminó en una masacre”.
A continuación, habló del gobierno de Claudio Castro. Dijo que es un gobierno de ultraderecha “que está muy mal, muy caído tras la condena a Bolsonaro y están disputando quién lo va a suceder”. Agregó que “cuando Trump subió los aranceles a Brasil, Lula decidió enfrentarlo y defender la soberanía y eso le aseguró un apoyo popular muy alto”.
En esa línea la entrevistada sentenció: “la derecha cuando está en baja levanta las banderas de la seguridad. Además, están muy vinculados a la idea de Trump que sostiene que los narcotraficantes son terroristas y eso le permitiría intervenir como lo hace en Venezuela y el Caribe”.
Al ser preguntada sobre la situación actual, indicó que “se creó un comité entre el gobierno nacional y el carioca. Se ha calmado un poco la situación. La gente volvió al trabajo, pero no hubo medidas concretas hasta ahora”. “Hay una movilización fuerte de la población civil -añadió- y están programando manifestaciones en los barrios donde se produjeron las muertes y al palacio de gobierno”.
Por último, la investigadora afirmó que en Río de Janeiro “hay mucho miedo, la gente de las favelas teme por una represalia de los narcos”. A su vez admitió que esta situación “perjudica al turismo y afecta la imagen de Río que venía creciendo en el número de visitas latinoamericanas y europeas”.
