El Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Guillermo Durán consideró que “no sorprende” el abandono del edificio Cero+infinito dado que se pude inscribir dentro de “lo que estamos viendo en estos días con la decisión de no cumplir con las normas sancionada por el Congreso como las de Financiamiento Universitario y de Emergencia en Ciencia y Tecnología”.
En contacto con “Es Un Montón” por Radio Provincia el decano explicó: “Cada vez que se rompe algo, que hay que hacer alguna refacción o tomar alguna decisión para mantener al edificio como corresponde, no lo hacen. (...) Y cuando intentamos averiguar con una empresa, la respuesta que nos dan es ‘El mantenimiento nos corresponde a nosotros y no lo hacemos porque no hay plata’” y enfatizó “llegamos a un absurdo donde no sólo no arreglan las cosas sino que además no dejan que nosotros lo hagamos. Eso es lo que vivimos día a día con la persona que pusieron de la secretaría de Ciencia para el mantenimiento, que en la práctica no lo hace”.
El edificio cuenta con un espacio donde trabajan alrededor de 300 personas entre docentes, investigadores y becarios. Y en las aulas y laboratorios de computación se capacitan cerca de 7000 alumnos, todos los días.
Durán recordó que el edificio Cero+infinito es “producto de tiempos donde se invertía en la universidad pública”, dado que “el crédito para su construcción, en la Corporación Andina de Fomento, se gestó durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con Axel Kicillof como ministro de Economía”.
Además, ponderó que el edificio “marca la decisión del gobierno Argentino de ir en el sentido de políticas de Estado porque se gestó en el gobierno de Cristina, se construyó en el gobierno de Mauricio Macri y se terminó e inauguró durante la administración de Alberto Fernández”.
Luego, contó que “en el 2021 se firmó un convenio entre el ministerio de Ciencias (que hoy ya no existe) y la UBA por la cual se le cedía el uso del espacio, a cambio de un lugar que hay en el primer piso del edificio donde funciona el Centro Interinstitucional de Datos. Y en ese marco el gobierno nacional asumió el compromiso de limpieza, seguridad y mantenimiento”.
“Eso se cumplió con el gobierno anterior, pero con éste empezaron los problemas. Cuando asumió Javier Milei había como 70 personas trabajando en limpieza, seguridad y mantenimiento, pero fueron reducidas a menos de la mitad”, describió y denunció que por ello “el edificio está más sucio e inseguro aunque todavía se puede trabajar". Y destacó que "lo que sí es muy grave es la falta de mantenimiento” porque “un edificio que es una maravilla empieza a deteriorarse” pese a que “los que se necesitan son fondos muy bajos para un Estado nacional”.