Luego de conocerse los resultados del estudio que realizó el Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA), que registró presencia de fármacos en cursos de agua de la región metropolitana de Buenos Aires, el doctor en Bioquímica dijo que “estos medicamentos que aparecieron es lo que se usa de manera frecuente en la población de La Plata”.
Explicó que las cloacas de forma cruda de la capital bonaerense, así como Berisso y Ensenada, “terminan en las playas de Berisso con la impresionante carga microbiana que tiene, y con todos estos productos” que aparecieron en la investigación.
Aclaró que “a la población cercana al río, esto le afecta, pero lo más crítico de todo es que la carga microbiana que proviene de nuestras excretas, vuelcan al rio, generando enfermedades hídricas”. Son las enfermedades que “desarrollan microorganismos presentes en el agua y que no debería estar, y provocan problemas gastrointestinales”.
El especialista manifestó que “la cloaca tiene que tener un sistema de tratamiento antes de volcar para disminuir la carga contaminante”, y detalló que “en Berazategui vuelcan la cloaca del conurbano sur, pero hay una planta de tratamiento, y se vuelca en un lugar lejano, en profundidad, y el propio Río de La Plata hace un tratamiento biodepurativo y disminuye la carga”. Sin embargo, “acá no está eso, es directo. ABSA lo sabe, se licitó una planta nueva que se está haciendo, pero seguimos iguales”.