Por Radio Provincia expresó su firme compromiso con la educación técnica. “No hay que abandonar, hay que darle la importancia que tienen los conocimientos que se adquieren en estas instituciones”.
Su vínculo con el mundo técnico es profundo: su abuelo fue un herrero reconocido en Bahía Blanca y la familia mantiene un taller propio. Además, recuerda su paso por la escuela salesiana La Piedad, donde acompañó la experiencia de su hermano. En una ciudad con fuerte perfil industrial, destaca que existen cinco colegios técnicos para 350 mil habitantes, con orientaciones que van desde electromecánica e informática hasta múltiples especialidades.
Advirtió sobre los peligros del momento actual, signado por los recortes presupuestarios que impactan directamente en la profesionalización de alumnos y docentes, en las pasantías y en la disponibilidad de materiales para aprender oficios como carpintería o herrería. “Se hace imposible salir del taller para dar clases por lo que se paga. Lo que mejor ayudaría sería quitar la obligatoriedad de las materias pedagógicas como requisito para enseñar”, planteó.
Aunque algunas empresas apadrinan instituciones, cada vez resulta más difícil que los estudiantes accedan a pasantías. Para Contigiani, la experiencia técnica es transformadora: “Son muchas horas compartidas en comunidad y se aprenden herramientas que marcan para toda la vida”.