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“EL MENEMISMO ES UNA DÉCADA INCÓMODA PARA MUCHOS SECTORES”
HISTORIA NOCTURNA

“EL MENEMISMO ES UNA DÉCADA INCÓMODA PARA MUCHOS SECTORES”

Por Leopoldo Coda / 11 de August, 2021
Así lo afirmó el compilador de textos que fueron publicados en el libro “¿Qué hacemos con Menem?”, que retrata debates de una década que incorporó cambios “irreversibles” en el país.



El director de la Revista Panamá, Martín Rodríguez, dialogó en Radio Provincia sobre los motivos que lo llevaron a publicar, junto a Pablo Touzon, el libro que acaba de salir a la venta “¿Qué hacemos con Menem? Los noventa veinte años después”, y que reúne un conjunto de opiniones de José Natanson, Tomás Borovinsky, Florencia Angilletta, Ernesto Semán, Camila Perochena, entre otros.

Para el analista político, la década del 90, así como la del 70, es decisiva en la historia Argentina reciente porque “generó ciertos caracteres irreversibles” en el país. Según su mirada, a partir de 1989 “hubo un cambio en la sociedad, en las pautas culturales de consumo y en el achicamiento en las capacidades estatales”.

Su libro apuntar a bucear sobre ciertas zonas grises de la etapa, que considera “una década incómoda”. En ese sentido, el compilador enumeró que “Menem condujo al peronismo en toda la etapa y muchos de los que organizaron el primer kirchnerismo -que tenía un carácter antimenemista- habían sido parte de ese peronismo en los noventa, empezando por Néstor Kirchner y Cristina Fernández”. También era incómodo para la izquierda porque “el menemismo imprimía un montón de reformas liberales pero estaba apoyado por el voto popular. Entonces, por ejemplo, ese sector representado en el grupo de los ocho quedó huérfano políticamente y sin votos”.

Por otra parte, Rodríguez sostuvo que en la etapa surgieron nuevos sujetos, entre los que se encontraba el ‘nuevo rico’, que representaba “una forma obscena de mostrar la nueva riqueza”. En ese marco, mencionó que “Maradona era el Scania en Barrio Parque”.

El escritor sostuvo que “esa fiesta, que tenía incluidos y excluidos, fue el árbol que tapó el bosque”, por cuanto no sólo se desarrollaba en la Argentina, sino que era un fenómeno que se imprimía en buena parte del mundo: “Es que no hay Menem sin Consenso de Washington, no hay Menem sin caída del Muro de Berlín y no hay Menem sin hiperinflación y convertibilidad”. En ese sentido, Rodríguez señaló que “fue una década construida sobre consensos de la clase política”.

Además, dijo que el ex presidente “resolvió dos terrores de la población, como el de los carapintadas y los remarcadores de precios: Los carapintadas eran el terror de la democracia y el otro el terror del bolsillo”. En ese contexto, Menem “construyó el mito de la estabilidad, dolariza la economía, se dolarizan los contratos, y todos quedamos adentro de una lógica de la que después fue muy difícil salir”.