“Estoy contenta, fueron años de espera y estoy conmovida, sobre todo satisfecha. Esta condena abre caminos para seguir buscando justicia y además en memoria de aquellas que ya no están. Es importante para poner a los delitos sexuales como delitos de lesa humanidad contra el cuerpo de las mujeres. Se visibiliza eso que durante años era imposible de contar. Ha cambiado el tiempo y la sociedad”, reflexionó.
Por su parte, Georgina recuerda que su “vivencia con mi vieja secuestrada y abusada. Mucho dolor acumulado pero con la sensación que decía Freire, nos duele pero no hay vuelta atrás. Es enorme el valor que tiene visibilizar lo invisibilizado. ha sido muy jodido para las compañeras hablar de esto. Porque el poder opresor sobre el cuerpo propio estigmatiza, oprime. La pauta la da lo que cuesta, lo que costó y lo que nos sigue costando todos los días. Nos cuesta el odio de género, cada mujer, lesbiana y travesti que nos matan, cada piba a la que le joden la infancia”.
Georgina destaca que ”en Argentina se viene testimoniando sobre abusos sexuales desde hace mucho. Esta es la primera vez que se logra que el juicio sea por delitos sexuales y que se tipifiquen como delitos de lesa humanidad, por la corte interamericana.
Ahora a los represores se les puede decir cabalmente violadores y abusadores y eso no tiene precio”.
Madre e hija hacen hincapié en ”el sufrimiento se cruza con el patriarcado, la política de terror que tenía de sometimiento. Hoy decimos cuerpo-territorio, las pibas sepan que el algo habrán hecho de la minifalda tiene algo que ver con el algo habrán hecho de la dictadura, no tiene precio, porque se junta algo de opresión a nuestro pueblo que forma parte del mismo sistema. Viene a sanar, no solo a abrir puertas, porque sabemos de qué estamos hablando. Estas voces pueden restituir, pueden transformar, siento que colectiviza de alguna manera la lucha, pone de cara al genocidio y también al sistema patriarcal”.
En ese sentido, Georgina destaca la importancia de una lucha que atraviesa las épocas y hoy tiene mucha potencia. En los juicios por delitos sexuales en la ex ESMA ”testimoniás desde el ahogo y desde el nunca más, que venimos testimoniando desde cada compañera que nos matan, que nos queman, es el mismo hilo. Las pibas vienen con una pila que esto es un ventarrón más”.