El periodista deportivo Horacio Pagani habló de su relación con Diego Armando Maradona, a pocos días de cumplirse un año de su fallecimiento.
En diálogo con “El Frasco” por Radio Provincia, dijo que “lo que más agradezco a la vida es haber conocido a Maradona en la primera etapa. El mejor Maradona fue el de Argentino Juniors y Boca, antes de entrar al tumulto de la vida”.
Reveló que “lo conocí cuando tenía 15 años y lo vi jugar con otro chico de apellido Luna (…) y era asombrosa la habilidad que mostraban los dos”.
Maradona “debutó en primera un 20 de octubre y el 30 cumplía 16 años. Jugó dos o tres partidos hasta que jugó en Mar del Plata e hizo dos goles, ahí fue cuando le hice la primera nota”, contó el entrevistado.
Además, afirmó que, aunque no tiene testigos porque “estábamos los dos solos en un auto, le dije que algún día iba a ser un líder del futbol mundial y me iba a negar una nota”, hecho que aconteció, varios años después.
Pagani recordó que “le hice algunas notas para Clarín, tres o cuatro. Una vez en la puerta de la casa, él estaba sentado en una bicicleta y yo parado en el cordón”.
El periodista también destacó detalles de la época en que el astro del fútbol era representado por Jorge Cysterpiller y cuando Cópola apareció en escena.
Además, mencionó que “estuve dos veces en Nápoles con Diego, la primera vez fui a hacerle una nota cuando aquí jugaba su hermano, Huguito Maradona. Ya era terrible la admiración que tenían allí por Maradona”
“Para movilizar la nota le dije que en Buenos Aires nadie habla de él, sino de su hermano. Todos los alcahuetes me querían matar, menos él, que giró la silla y me preguntó: ¿vos me estás hablando en serio? Se enfocó en mí y me preguntó si quería seguir en su casa, así que continuamos la entrevista allí”.
Pagani destacó que en esa ocasión “hablamos por largas horas y estaban Signorini y Guillermo Blanco”.
Consultado sobre cuándo se cumplió el vaticinio de que Maradona le negaría una nota, el periodista explicó: “yo había ido a ver un torneo a Arabia Saudita, a la vuelta, le dije a Simeone que le preguntara a Diego si podíamos hablar un ratito. Le di el teléfono de mi hotel y Simeone me dijo que Diego no tenía ningún problema conmigo, pero que para Clarín no daba notas”.
“Estaba yo solo sentado en una gigantesca confitería, entró Bilardo, me vio y se iba. Me levanté y lo llamé, admito que no tenía buena relación con él. Le dije que tenía que hablar con Maradona. Bilardo me dijo que no, porque Diego tenía que ver dos partidos y después la cena. Cada media hora bajaba Simeone a hacer compañía, pasaron como cinco horas. En un momento bajaron para cenar, entonces lo ví, lo abracé y le di un beso. Tenía cara de enojado y se fueron a cenar”.
Tras ello, en aquella velada, “llegaron Claudia y las chicas y estuvo otra media hora. Cuando computé el tiempo, estuve esperándolo 7 horas. Cuando vino, finalmente, le dije: yo a vos te conozco de pibe y me estás tratando mal. Me dijo que no sabía que yo estaba esperándolo. Me aclaró que no hacía notas para Clarín”, relató.
Seguido, consignó que “en 1994 volvió a la selección, en el fatídico mundial de Estados Unidos y no me quedó más remedio que reconciliarme porque si no, no podía laburar. Lo llamé desde el alambrado y vino, le di un beso y quedó arreglado el tema”.
El periodista señaló: “yo tenía una gran relación con el negro Fontanarrosa (…) y él se fue acercando a Diego y despacito hicimos una rueda en torno a él. Hablamos como una hora y cuando terminamos de hablar le dijimos a Diego que lo íbamos a publicar. Primero dijo que no, después dijo bueno, publiquen lo que quieran”.
Por último, el periodista consideró que “la vida lo llevó por el camino del absurdo, pero durante diez años Maradona fue la persona más conocida del mundo”.