Julia Lescano es asesora del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires. Por Radio Provincia se refirió al programa que implementan en unidades penitenciarias para acercar la literatura a las personas privadas de su libertad.
“Creamos el programa Pabellones Literarios para la Libertad con el juez Roberto Conti, que creyó en la literatura como herramienta de cambio que permita hacer circular la palabra, algo que seguro no estuvo al alcance de las personas privadas de la libertad” en su biografía, indicó la funcionaria.
Relató que “armamos un equipo histórico, es el único programa que atraviesa todo el ministerio. Cada uno de nosotros trata de mostrar este trabajo porque es emocionante lo que produce en las personas el acceso a lo literario”.
Lescano explicó que “los talleres se hacen una vez por semana con voluntarios” y aseguró que “lo que queremos es el pensamiento contra el impulso, que fue lo que los condujo al lugar donde están. Yo tengo a cargo dos talleres y es maravilloso ver la humanidad que hay en cada persona, que muchas veces sólo sale en estos espacios”.
La entrevistada destacó que “nunca existió una biblioteca dentro del pabellón, queremos que tengan acceso al libro las 24 horas. Necesitamos que la gente done libros, pero no libros viejos, sino aquel libro que alguna vez los haya atravesado”.
Consultada sobre el tipo de libros que piden los detenidos, Lescano indicó: “Cuando recién comienzan piden libros de autoayuda, porque su lenguaje generalmente es simple. Lo interesante es despertar la comprensión”. Luego se inclinan por novelas o cuentos cortos. “Muchos de ellos están terminando ahora la escuela primaria, tienen una autoestima destruida y el libro los invita a darse cuenta qué lindo es entender el argumento o ayudar al hijo con una tarea de la escuela”.
“Hay pabellones con más de 100 personas: los pintan, los decoran, escriben sus frases. Hemos tenido pabellones donde les han puesto a las celdas nombres de cantantes: es el trabajo que hace el mar con las grandes montañas. Es lo que queremos que la literatura haga con estas personas”, significó.
