A raíz del primer caso con síntomas compatibles con la viruela símica o "monkeypox" reportado por el Ministerio de Salud de la Nación y cuyas muestras están siendo analizadas por el Instituto Malbrán, Leda Guzzi, médica Infectóloga, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) dialogó con TER por Radio Provincia para brindar detalles sobre el origen, difusión y transmisión del virus.
"La viruela humana se erradicó en 1980 gracias a la vacunación. Este virus de la viruela simiana pertenece al mismo género, es semejante al virus de la viruela humana pero es una enfermedad zoonótica, tiene su origen en el mundo animal", explicó.
"El primer caso fue diagnosticado en 1958 a un grupo de monos que estaban en investigación y el primer caso humano fue diagnosticado en 1970", agregó.
La especialista sostuvo que "a pesar de que se conoce como simiana , no quiere decir que sea una enfermedad necesariamente de los simios, sino que el reservorio no se conoce, es un reservorio salvaje pero generalmente son roedores, ardillas, ratas en sus diversas especies en África Central y África Occidental que es donde el virus circula".
A su vez dijo que "a partir de 1970, cuando la enfermedad empezó a circular en humanos hubo casos esporádicos por fuera de África, brotes que se autolimitaron en su evolución. En este caso se presentó en forma simultánea en 12 países por fuera del área endémica de circulación".
Desde la infectología, entre las hipótesis que se barajan sobre su difusión, la médica expresó: "Hubo una caída en la inmunidad de la población ya que la vacuna de viruela humana que tiene actividad sobre la viruela simiana se dejó de aplicar entre 1972- 1975 en la mayor parte de los países del mundo y la enfermedad se considera erradicada en 1980".
"Esto significa que las personas nacidas después de esa fecha, menores de 50 años no tienen ningún tipo de inmunidad frente a la viruela", indicó Guzzi y advirtió que eso "nos pondría en un lugar de susceptibilidad para enfermarnos". Otra de las hipótesis contempladas es que el virus "pueda haber sufrido un cambio evolutivo, alguna transformación que se haya vuelto más hábil para infectar al hombre".
"Todo esto está bajo evaluación", destacó Guzzi "porque hasta ahora los estudios de secuenciación genética hablan de que se trata del mismo virus, de África Occidental que es el más benigno, con un cuadro autolimitado, la mortalidad es inferior al 1 %. Es un cuadro que no suele causar mayores problemas y hasta un 10% en el clado del Congo".
Esas mortalidades "están medidas en países con bajos recursos sanitarios, con recursos limitados y habría que ver qué es lo que pasa bajo otras condiciones sanitarias", consideró la entrevistada.
Sobre la forma de transmisión, la forma más habitual es “del animal salvaje al hombre a partir de la manipulación de excretas, líquidos biológicos como saliva, lágrimas, materia fecal, orina o secreción de los tejidos, puede pasar al hombre o a un animal intermediario, de la rata al perro y del perro al hombre, puede haber algún huésped intermediario, el hombre a su vez tiene una capacidad de transmitirlo a otras personas, que hasta el momento está considerada baja".
"La transmisividad humana no es muy eficiente pero es posible, esto lo está revelando este brote por contacto estrecho con lesiones, de las pústulas, de contacto directo de ese tejido infectado o material infectado con materiales como gasa, sábanas, toallas, o algún líquido biológico con material contagiante como gotas al toser y hablar, no como aerosoles, pero todo está en investigación".
Por último sobre la reemergencia de enfermedades destacó que "probablemente tenga que ver con las condiciones que son ambientales, climáticas, los modos de vida y de producción en donde el ser humano va invadiendo ecosistemas".