La legislación busca generar 10.000 puestos de trabajo, una inversión de 500 millones de dólares en ventas en cuanto al mercado interno y 50 millones de dólares de exportación. A su vez es una ley de investigación y acceso con carácter productivo, con potencial para desarrollar economías regionales.
Fazio destacó que esta ley habla de usos como bebidas, alimentos, productos veterinarios, productos dietarios, y la utilización de la biomasa del cáñamo, semillas con las que se pueden hacer aceites comestibles y la utilización de la fibra para hacer bioplásticos, productos para construcción, etc.
Al respecto, el presidente de la Cámara Argentina de Cannabis aseguró que "es una agenda que sigue pendiente pero sin dudas lo conseguido es un gran triunfo".
"Es una construcción colectiva de diferentes sectores de la ciencia, Conicet, organizaciones de la sociedad civil y el sector Pyme o emprendedor tratando de articular con el Ministerio para avanzar en esta agenda de revisión regulatoria con carácter económico, que al país le abre la posibilidad de insertarse en una agenda global, una industria muy joven, con muchos años de prohibicionismo", explicó Fazio.