La licenciada en Ciencia Política de la UBA, Geraldina Dana analizó el mundo, las relaciones políticas y económicas que dejó la pandemia y el impacto del conflicto en el Este y aseguro que no se puede analizar con la óptica de la Guerra Fría.
En No Corras, por FM 97 UNE la Maestranda en Relaciones Internacionales en FLACSO aseguró que la pandemia cambió “la idea globalizada e hiperconectada del mundo” y “nos recordó que somos ciudadanos de un Estado y sus decisiones son centrales para nuestra vida”. Y ahora ademas, “el mundo se vuelve a re configurar con la guerra”.
Dana describió que “la invasión de Rusia a Ucrania termina de acelerar algunas tendencias, como el reforzamiento de las fronteras nacionales que vimos durante la pandemia y por otro saca del juego comercial y político a dos importantes productores de commodities del mundo. Ucrania de granos y Rusia de petróleo y gas”.
“Y, cunado salen del juego dos actores importante del mercado lo que pasa es que no sólo hay escasez de esos productos sino que también hay expectativa de escasez y por ende los precios suben perjudicando a los países que no produciendo ni gas, ni petróleo, ni alimentos”, aseguró.
Seguido, agregó que si bien en el caso de Argentina, “el coletazo lo vamos a sentir en uno tiempo (…) la industria del pan en los países del norte de África ya están en crisis y lo están sintiendo porque no tienen posibilidad de cultivar trigo en su territorio y lo exportaban de Ucrania”.
Por otra parte, en Europa que no produce ni lo uno ni lo otro, o produce algo de alimento pero no es suficiente para lo que consume su población, al cortar el vinculo comercial lo que ocurre es que la energía se vuelve cara y también aumenta la inflación de la región”.
Además, aseguró que “lo que es sin duda es un cachetazo para nuestros países es que suba la energía porque nuestra balanza comercial gana por la exportación de granos pero se nos encarecen las fuentes de energía que importamos”.
Por otra parte, señaló que la escasez del petróleo genera “movimientos inesperados como que Estados Unidos reestablezca conversaciones con Venezuela porque necesitan empezar a pensar en otros proveedores alternativos de energía”.
Y por otro, “La Unión Europea, que hace tiempo es un bloque económico con miras a la paz, empieza a tener una mirada geopolítica y la guerra vuelve a ser un asunto de la política internacional” puntualizó y agregó que a esto hay que sumarle que “los países escandinavos, que se habían mantenido neutrales, ahora quieren ingresar a la OTAN sabiendo que esto va a tener una respuesta por parte de Rusia”.
Dana explicó: “La Organización del Atlántico Norte, fue fundada en los 40 con el auspicio de Estados Unidos para encolumnar detrás de sí a sus aliados contra la URSS. Cuando la URSS cae, la OTAN siguió existiendo y ampliándose hacia el Este, molestando las aspiraciones geopolíticas de Rusia. Es decir que la incorporación de los países escandinavos a la OTAN “los termina encolumnado” y “volvemos a ver el mundo en bloques”.
Sin embargo aclaró: “No será al modo de la guerra fría, ni vamos hacia eso. Porque, entonces la posibilidad de tener dos bloques estaba dada porque cada uno podía abastecerse de bienes, servicios, tecnología, innovación y préstamos. Pero ahora no. Y además porque las principales economías del mundo están muy imbricadas como para separarse por una suerte de telón de hierro”.
“Estados Unidos para emitir dólares y no generar inflación lo que hace es colocar bonos de su tesoro (emitir deuda en bonos). Y esos bonos en su mayoría los compra China. China necesita cobrar y Estados Unidos necesita seguir emitiendo deuda, para mantener la calidad de vida de sus habitantes. Por lo tanto no se va a ir a un mundo dividido en dos”, concluyó.