Este panorama adverso tiene su origen en que “los centros de la economía global están siendo afectados”. A modo de ejemplo, Nahón consignó que “en el primer semestre Estados Unidos tuvo contracción de la economía”, fenómeno que “algunos ya caracterizan como recesión”. Recordó, en ese aspecto, que ese país registra “los niveles de inflación más altos de los últimos 40 años”.
Para luchar contra este problema, “los bancos centrales están aumentando la tasa de interés muy fuertemente”, lo que implica “un mayor costo del financiamiento”. Así, “se hace más caro para las empresas y para las familias financiarse y eso genera una desaceleración económica para contener la inflación”.
Consultada sobre el escenario que se observa para América Latina, la economista señaló: “Las perspectivas son de crecimiento moderado, el FMI hizo un aumento de la proyección en Brasil y eso nos puede impactar positivamente”, dado que “el nivel de integración de nuestras economías es muy fuerte”.
En lo que respecta específicamente a la Argentina, “se mantiene una perspectiva de crecimiento del 4%”, tal como se acordó con el FMI. Nahón recalcó que “la región tiene problemáticas que se agravan como la desigualdad” y “la cuestión de la inflación que es un desafío para todos los países”.