José Luis Picone, director ejecutivo de la Cámara Argentina de la Industria del Reciclado Plástico recibió con agrado que el proyecto de Ley de Envases vuelva a a ser tratado en la comisión de Recursos Naturales. Y aseguró: “Cualquier tipo de ley de gestión de envases nos va a beneficiar”.
La iniciativa promueve una gestión ecológica de los envases en todo el país para reducir su impacto sobre el ambiente y sobre la población que se dedica a su reciclado.
En Siete Colores, por FM 97Une Picone explicó que el proyecto “es para todos los recipientes no sólo para plástico. También contempla vidrio, aluminio, hojalata, cartón, papel… todo incluye”.
Además detalló que “la iniciativa presentada el año pasado tuvo varios agregados. Y plantea 3 alternativas. Por un lado uno depósito de bolsón y retorno, aquí el consumidor compra un envase, paga por él y cuando lo devuelve le retornan el dinero. Luego se propone un sistema privado, donde las empresas se ocupan. Y un tercero que es un sistema de gestión pública. Allí se establece una tasa que va a ser pagada por quienes diseñan los envase. Y se establece que se paga más si el recipiente es menos reciclable”.
El entrevistado relató que sólo el año pasado “se reciclaron 300 mil toneladas de plástico. Y esto es únicamente entre un 17 y un 20 % del plástico puesto en el mercado”. Seguido advirtió que “ la industria recicladora tiene todavía mucha capacidad ociosa, y podría procesar mucho más. Y por ello, aseguró que “el reciclado ofrece muchos beneficios: Ambientales, económicos y sociales”.
En ese marco, Picone admitió que “es importantísimo que se vaya aumentando la capacidad de trabajo formal y disminuyendo el trabajo informal” en el sector ya que "60 mil de los 150 mil recuperadores urbanos a nivel nacional integran la cadena circular de los envases plásticos”. Y al mismo tiempo aclaró que “la industria recicladora emplea 3000 personas dentro del circuito formal y 9 mil de mano de obra indirecta".
Finalmente, el director ejecutivo de la CAIRPLAS aseguró que entre los consumidores está empezando a haber un cambio, pero “va lleva mucho tiempo porque apunta a conductas que están muy arraigadas. (…) En Europa, por ejemplo, se empezó con todo esto hace 40 años”.
Y concluyó que los Estados municipales cuenta con “dos elementos para acelerarlos, la zanahoria y el garrote. Es decir premiar al que hace las cosas bien y sancionar al que no las hacen o las hacen mal.
“Pero antes de sancionar, el Estado municipal le tiene que dar a los vecinos las posibilidades de hace las cosas bien Y para ello debe comunicar y generar las infraestructura necesaria”, cerró.