Kicillof contó que “la Provincia de Buenos Aires contaba con 24 mil plazas penitenciarias para 51 mil internos, una superpoblación récord en las cárceles y comisarías, había más del doble que se podían alojar. Era la crisis más grande de la historia. El récord de la infamia, de la desidia y de la propaganda” precisó junto al intendente, Juan José Fabiani, el diputado provincial Mariano Cascallares y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.
Además recordó que “encontramos el día que asumimos, una huelga de hambre de 16 mil internos, porque no les llegaba la comida ni los remedios. Esto fue una vergüenza. Quisiera que los que ahora son oposición tuvieran un periodista que les pregunte por eso. Nunca les preguntan”.
El Gobernador puntualizó que “había que encarar un plan ambicioso, se restituyó la provisión alimentaria y de medicamentos. Había algo más para hacer y el problema de fondo había que darle respuestas. Se debía encarar la restructuración del Servicio Penitenciario, ampliar sin precedentes la infraestructura. Teníamos que crecer las plazas en un 50%, lo que se hizo en 200 años, había que hacerlo crecer en un período de 4 años”.
Y precisó que “el plan de infraestructura viene a resolver un problema de larga data. Ampliamos unidades, duplicamos las alcaldías. Llevamos inauguradas 2500nuevas plazas y con esta segunda etapa llegaremos a 4100 nuevas plazas y antes de fin de año del 2023 habrá 5.500 para completar las 12 mil que nos propusimos”.
Finalmente aseguró que “no solo era construir cárceles, sino que habrá 15 alcaldías nuevas, con 312 plazas. La idea es terminar con el eslabón más débil, que son las cárceles adentro las comisarias, por eso hay que vaciarlas para que sean alojados en mejores condiciones en las alcaldías”.
Por otro lado, Alak subrayó: “Tenemos un Gobernador que tomó la decisión de resolver un problema histórico de la Provincia y un enorme ministro de Obras Públicas de la Nación que no se olvida de su Provincia”.